LA ACCIÓN DE TUTELA ENTRE PARTICULARES

Nuestra voluntad ejercida a través de la libertad nos conlleva a formalizar vínculos jurídicos cotidianamente para satisfacer nuestras necesidades. Contratos puros, simples o complejos: hacer una compra venta, suscribir un contrato de arrendamiento, constituir un contrato de seguro, consolidar una fiducia en garantía de una obligación, adquirir un suministro, entre otros. Variando la rama del derecho aplicable: civil, mercantil, financiero, laboral, etc. No siempre podremos saber a ciencia cierta a qué exactamente nos estamos obligando, salvo contemos con una excelente asesoría legal; lo cierto es que limitamos nuestros derechos fundamentales con cada vínculo jurídico. Un ejemplo por excelencia es el contrato laboral, cuyas obligaciones nos limitan la libertad y se nos exige colocar a disposición de un tercero, el empleador, nuestro conocimiento. A diferencia del derecho laboral, la subordinación en otras ramas del derecho no tiene implícitamente en el vínculo jurídico la posibi...